Una Noche Mágica: La Visita del Ratoncito Pérez

"Viviendo con emoción y expectativa el momento en que Hugo pierde su primer diente y espera una visita muy especial." Adéntrate en una noche llena de magia y emoción, donde Hugo vive con ilusión la caída de su primer diente y la esperada visita del Ratoncito Pérez. Una historia que refleja los momentos únicos y mágicos de la infancia y cómo estos construyen recuerdos inolvidables.

ILUSIONES

Alfredo Herrera

9/25/20232 min read

Era el día cinco de septiembre, y nos dirigíamos a Tenis, la actividad de Hugo los martes y jueves por la tarde, cuando le dije: “Hugo, si el diente no se te cae hoy, mañana vamos al dentista y allí te lo quitan.” No le agradó la idea y, en menos de dos minutos, ocurrió lo esperado: la caída de su primer diente. Con su manita, lo movió hasta que finalmente pudo sostenerlo en sus manos. Se llenó de alegría y emoción, acompañadas de dudas y preguntas sobre lo que acababa de suceder.

Al llegar a casa por la noche, la magia y los nervios se apoderaron del ambiente, esperando la primera visita del Ratoncito Pérez a su habitación. La emoción en sus ojos y la expectativa en su corazón llenaron nuestro casa de un encanto especial, de esos que solo la inocencia y la imaginación de un niño pueden crear.

Este momento me hizo reflexionar sobre el significado que tiene para los niños la caída del primer diente. Para Hugo, no era solo un diente menos; era un paso más hacia el crecimiento, un rito de paso lleno de magia y sueños. Era un momento de descubrimiento, de preguntas y respuestas, de construir recuerdos que perdurarán en su corazón.

Aprendí que cada momento vivido con nuestros hijos es un regalo, una oportunidad para construir recuerdos, para aprender juntos y para descubrir la magia que reside en los pequeños detalles de la vida. Este aprendizaje me ha motivado a tomar más en serio este blog. Se lo conté a Hugo, que aún no comprende bien qué significa escribir un blog, pero al contarle que de vez en cuando escribo en él, ha hecho que ahora lo vea como un compromiso no solo conmigo sino también con él y con su hermano Eduardo, el mayor, que ya tiene 31 años.

La visita del Ratoncito Pérez no fue solo un evento mágico en la vida de Hugo, sino también un recordatorio de la importancia de vivir cada momento con ilusión y de creer en la magia, en los sueños y en la bondad del mundo. Además, me permitió reconectar conmigo mismo y comprometerme a escribir y compartir mis historias como padre a los 50 y tantos.

Hugo, con sus 5 añitos y 11 meses, ya mide 128 cms. Continúa riendo mucho y tiene una sonrisa preciosa, incluso con un diente menos. Este ha sido el momento en que he decidido retomar este blog y comprometerme a publicar al menos un artículo cada mes.

¿Y tú, cómo has vivido la caída del primer diente de tus hijos? ¿Cómo has creado magia y recuerdos en esos momentos? ¡Me encantaría leer tus experiencias y reflexiones en los comentarios!

¡Nos vemos en la próxima historia, que será pronto, ya que se acerca el cumpleaños de Hugo!